Yo mismo viví en mi cuerpo y en mi corazón, el gran golpe de la infección por COVID-19. Hube de hacer mi duelo y gestionar la poderosa imaginación de un eventual fallecimiento virtualizado. En el mundo de pandemia por COVID-19, la muerte física se ha esposado con la vida digital.
Miles de muertos en Facebook, códigos QR en las lápidas para escanear y algo así como decir: Lázaro, sal fuera. Selfis en los funerales, legado y testamento digitales, empresas fúnebres que gestionan el post-mortem virtual, posibilidad de transformar los restos en compost para las plantas (humusation) para devolverlos a los familiares …
El amor romántico con altas dosis de sufrimiento está cada vez más de moda entre las y los adolescentes digitales. Encuentros intensos caracterizados a menudo por la posesión de la pareja, la frialdad emocional y el permanente control del otro tanto en el mundo real como a través de whatsapp o sms. Primeras experiencias que, a menudo, se tiñen de dolor transformando la fragilidad natural de la adolescencia en una vulnerabilidad extrema. Evidentemente, es hora de afrontar uno de los desafíos urgentes de la sociedad del siglo xxi, que no es otro que empezar a educar en el amor positivo …